Las jaulas de metal con el tiempo suelen oxidarse y la pintura se desconcha y agrieta.
Intentaremos dar unos consejos prácticos de cómo renovar la pintura e intentar devolverle a nuestra jaula la apariencia de cuando estaba nueva.
Desmontar la jaula
Lo primero que debemos hacer es desmontarla en caso de que se pueda, ya que así es más fácil el acceso a todos los huecos y evitar que se acumule la pintura en ciertas zonas.
Lijar
Utilizando una lija para metal y un cepillo para metal para la zona de la rejilla.

Lija para metal

Cepillometal
También se pueden usar decapantes químicos que ayudan a levantar la pintura (pero si la pintura vieja no está levantada ni agrietada un lijado superficial bastaría)

Limpiar bien las piezas
Retirando el polvo acumulado, con una brocha seca y luego se puede pasar un paño humedecido en disolvente.
Imprimación
En caso de zonas amplias donde se vea el metal, sería recomendable una imprimación previa a la pintura para proteger el metal y una mejor fijación de la pintura nueva. Lo extenderemos con una brocha, siempre intentando que sea en capas finas (dejaremos secar el tiempo aconsejado por el fabricante).
Pintura

Lo mejor para el metal es el esmalte, buscaremos una sin plomo, la aplicaremos en capa fina pasando el pincel varias veces evitando que no se acumule la pintura y dar lugar luego a desconchamientos (especial cuidado en zonas de visagras)

Lo recomendable en caso de no necesitar previa imprimación, serían dos capas de pintura. Tiempo de secado el recomendado por el fabricante. También podemos usar pintura en spray (se seguirían las recomendaciones del fabricante), en este caso es más cómodo respecto a la rejilla ya que es menos probable que se acumulen gotitas indeseables.
Otra opción es el Esmalte antioxidante de secado rápido y de aplicación directa, sin necesidad de imprimación previa. Las superficies a pintar deben estar desengrasadas, secas y exentas de óxido suelto y suciedad (siempre se recomienda en superficies maltratadas el lijado previo)